HISTORIA DE LANZAROTE, SIGLO XX

28.03.2014 19:36

       Entrada del siglo XX en Lanzarote

     Como celebración de la llegada de este siglo a la isla han quedado unos curiosos recordatorios populares: recias cruces de tea colocadas en lo alto de algunas montañas y en algún otro lugar, como fue el caso de la colocada en el islote del Francés en Arrecife. Todavía a mediados del siglo pasado tuve ocasión de hablar sobre este particular con gente anciana, algunos de los cuales eran niños cuando se colocaron, y los más lo oyeron decir a sus padres y abuelos. Las hay en La Montaña Tinamala, al sur de Guatiza; en la de Tinache, cerca de Tinajo, y en otros lugares de la isla.

 

     Se entró en la nueva centuria en nuestra isla arrastrando las mismas privaciones de agua por la falta de lluvias que ya se venían padeciendo en los últimos decenios de la que acababa de expirar, siendo particularmente secos sus años iniciales, acentuándose con ello en toda la isla la miseria y aumentando la desesperanza de alcanzarse un horizonte más prometedor en el bienestar social.

 

     El geólogo Karl Sapper en Lanzarote

     En 1905 visitó la isla, permaneciendo en ella durante el mes de octubre, el eminente geólogo alemán Karl Sapper, obteniendo interesantes datos sobre la ciencia que profesaba.

 

     Visita del rey Alfonso XIII

     En 1906 se produce un acontecimiento de especial significación y relevancia en la historia lanzaroteña, cual fue la visita, por primera vez en su devenir histórico, de una máxima jerarquía de la nación. Cupo tal privilegio al soberano español de entonces don Alfonso XIII, quien desembarco por Arrecife en abril de dicho año. El recibimiento que se le dispensó fue apoteósico, rindiéndosele los honores que su regia persona demandaba. Luego de inspeccionar algunas obras públicas que se encontraban en ejecución, como por ejemplo las llamadas Maretas del Estado, y asistir a diversos agasajos oficiales, abandono la isla en la tarde del mismo día entre los vítores y aclamaciones del gentío que se agolpaba en la marina de la ciudad para despedirlo.

 

     Recorre la isla Hernández-Pacheco

     En el año 1907, durante todo el mes de junio y parte del de julio, estuvo en Lanzarote llevando a cabo estudios de su competencia, el geólogo español Eduardo Hernández-Pacheco. Vino con él el joven profesor Francisco Aranda Millán, doctor en Ciencias Naturales, y lo acompañó durante toda su estancia en la isla el Perito Agrónomo de Arrecife José Pereyra Galviati, y también, en algunas excursiones, el delegado de Farmacia en Lanzarote y Fuerteventura Manuel Medina Rodríguez.

     Como medio de trasporte se valieron de camellos, si bien se servían de ellos más como bestias de carga para el equipaje que como monturas.

     Se recorrió practicamente toda la isla, desplazándose incluso a los islotes de La Graciosa y Montaña clara, mientras Aranda Millán iba a Alegranza.

     Producto de estas investigaciones fueron las obras Estudio geológico de Lanzarote y de las isletas canarias, publicada en 1909, y Por los campos de lava, editada el año 2002 por la Fundación César Manrique.

 

     Los botánicos Proust y Pitard en Lanzarote

     Con los datos recogidos en su estancia en Lanzarote en el año 1905, vertidos luego en su libro Las islas Canarias. Descripción del archipiélago, dan estos afamados naturalistas una serie de informaciones de gran interés sobre la isla que contribuyeron a acrecentar en buena medida su conocimiento en los ambientes cultos de Europa.

 

     Estudios sobre la Montaña del Fuego por Albert Brun

     Dos años después, en septiembre de 1907, son otros dos científicos, también de renombre internacional, el geólogo suizo Albert Brun y su colega francés H. F. Montagnier, quienes procedentes de Tenerife nos visitan, llegando a interesantes conclusiones sobre las emanaciones caloríficas de La Montaña del Fuego.

     Resultado de sus observaciones fue la obra titulada Quelques recherches sur le volcanisme au Pico de Teide et au Timanfaya.

 

     Se incendia la iglesia parroquial de Teguise

     En 1909 quedo destruida por un voraz incendio, en todos sus elementos combustibles, la iglesia parroquial de Teguise. Veamos lo que sobre el particular dice, entresacando de su amplia información lo más esencial, José Mª Fierro Tejera en su obra inédita ‘La filosía de cho Vito’:

     “Seis de febrero, año 1909. Día sábado, dedicado a la limpieza en la iglesia parroquial, que así lo tenía ordenado el cura párroco don Antonio gil, de visita en Haría el día aquel, a donde había ido acompañando al fraile Herrera, de tránsito circunstancial por la isla. En plena faena los monaguillos Machín y Batista, para mayor celeridad, fijaron una velita encendida en un anaquel de una rinconera de la sacristía. Acabada la tarea se olvidaron los chicos de apagarla, y al consumirse prendió fuego el pabilo a la tea resinosa del mueble y de este se propagó al techo de la sacristía, haciendo luego presa de su voracidad al altar mayor, y por fin a la iglesia toda, destruyéndola en su totalidad salvo las paredes en menos de media hora de iniciado el pavoroso siniestro”.

 

     Creación de los cabildos insulares

     Una medida de especial trascendencia para la gobernabilidad del archipiélago fue la creación en 1912 de los Cabildos Insulares, instituciones que han dado una cierta autonomía administrativa a cada una de las islas por separado y han facilitado el fomento y defensa de sus intereses particulares.

 

     Viene a la isla el ornitólogo David A. Bannerman

     En 1913 recaló en Lanzarote el experimentado ornitólogo británico David A. Bannerman, autor del estupendo libro Birds of the Atlantic Islands en que se describen de forma magistral todas las especies silvestres de aves de la isla acompañadas de magníficos dibujos. Todavía tuvo la fortuna de ver en La Graciosa a la popular ‘graja’ u ostrero negro, desaparecido para siempre de estas islas unas décadas después.

 

     Mejoras infraestructurales

     Las mejoras sociales de índole material se fueron sucediendo en los años siguientes a ritmo acelerado. Así vemos que en 1913 se terminaron de construir las Maretas del Estado, una serie de grandes depósitos ubicados en las afueras de Arrecife, por la zona de Argana, destinados a recoger y almacenar las aguas de lluvia en previsión de inviernos secos. Dichas obras se habían comenzado bastantes años antes, siendo uno de los sitios que visitó Alfonso XIII en 1906 cuando vino a Lanzarote. En 1914 se abre al público  el primer cine de Arrecife llamado Díaz Pérez. En 1915 se instalan los primeros teléfonos interurbanos. En 1920 se finalizan las obras del nuevo Muelle de Arrecife, lo que aunado al establecimiento de una línea regular servida por buques movidos a vapor que enlazaban a Lanzarote con el resto del archipiélago supuso un paso gigantesco en el desarrollo de las comunicaciones marítimas con el exterior. A partir de entonces dispuso Lanzarote de un puerto con línea de atraque adecuada para buques transoceánicos. En 1921 dispone Arrecife por primera vez de alumbrado eléctrico. En 1929 se inaugura el suntuoso edificio del Cabildo Insular, levantado al comienzo de la calle León y Castillo. Un año más tarde se instala, también en la capital, Arrecife, el alumbrado eléctrico público. En 1973 se inaugura la primera estación de radio, Radio Lanzarote

 

     El horrible asesinato de Teseguite

     Tremenda impresión causó en la isla el alevoso asesinato cometido en la localidad de Teseguite la noche del 8 de mayo de 1919 al aparecer degollada María del Rosario Cruz Bello. De dicho crimen fue culpada, sin prueba justificada alguna, por las autoridades judiciales de entonces, su hermana Petra de Los Dolores, quien tras ser ingresada en la cárcel de Arrecife permaneció en ella sufriendo un trato vejatorio de abusos sexuales y otros maltratos, terminando por enloquecer y morir en el manicomio de Las Palmas.

     Pasados los años aparecieron los verdaderos asesinos procedentes de América a donde habían marchado urgidos por su mala conciencia. Fueron reconocidos como los auténticos culpables del horroroso crimen e ingresados en la misma prisión en que había estado la infeliz Petra, pero al poco, seguramente por haber prescrito el caso, fueron puestos en libertad. Parece ser que tal inicuo acto fue cometido bajo estado de turbiedad mental ocasionado por el alcohol. Se dice que mientras uno de ellos, al asomarse María del Rosario al postigo de la puerta en respuesta a la llamada, la agarraba por la cabellera el otro le cercenaba el cuello con un afilado cuchillo.

 

     Primera presencia de una aeronave en Lanzarote

     El 22 de diciembre de 1919 amerizó en aguas de Arrecife la primera aeronave llegada a la isla en toda su historia. Se trataba de una hidrocanoa monomotor francesa, nave aérea de concepción primaria, que venía pilotada por Henry Lefranc y James Roujand. La aparición en el cielo de la ciudad de semejante aparato volador produjo en los ciudadanos una profunda impresión. Por lo visto su amerizaje en la isla fue consecuencia de una irregularidad observada en el motor por sus ocupantes. Después de haberse corregido el desperfecto y ser los osados pilotos agasajados por las autoridades, continuó la nave su viaje previsto cinco días después rumbo a Gran Canaria.

 

     Nueva arribada de un hidroavión a Lanzarote

     De nuevo, el 7 de febrero de 1924, recala en Lanzarote un aparato volador. Esta vez se trataba de un hidroavión Dornier Wal de dos motores que venía pilotado por el capitán Ramón Franco Bahamonde (hermano del que luego habría de tomar el mando de la nación por las armas), Alejandro Mas, el comandante Guillermo Delgado y el fotógrafo Leopoldo Alonso.

     En esta ocasión se sabía de antemano de su llegada a la isla, rindiéndosele una bienvenida apoteósica. Luego de dos días de permanencia en Lanzarote continuó viaje hacia la ciudad marroquí de Casablanca, otro de sus lugares de paso previstos.

 

     Llegada de la Patrulla Atlántida de hidroaviones

     Dos años más tarde, el 14 de diciembre de 1926, llegan a Lanzarote los tres aparatos componentes de la llamada Patrulla Atlántida. Su estancia en la isla supuso un rosario de contratiempos al averiarse algunos de los hidroaviones, en algunos casos seriamente, viéndose obligadas sus tripulaciones a permanecer en la isla mucho más tiempo del previsto, aprovechando aquellos días de más para recorrerla invitados por las autoridades, de las que recibieron, al igual que de parte de la población en general, constantes muestras de amistad y admiración por su valentía y arrojo.

     Loa hidroaviones eran también del tipo Dornier Wal, y se llamaban ‘Valencia’, ‘Cataluña’ y ‘Andalucía’, yendo pilotados respectivamente por Rafael Llorente Solá, Manuel Martínez Merino y Niceto Rubio García, con sus correspondientes acompañantes técnicos.

     Por fin, rebasada satisfactoriamente la serie de peripecias sufridas, pudieron partir de Lanzarote el 24 del mes de febrero rumbo hacia su punto final de destino, la Guinea Ecuatorial.

 

     División del archipiélago en dos provincias

     En 1927 se consolida la división político administrativa del archipiélago pasándose de la categoría de distrito a que se había llegado en 1852 a la de provincia, denominándose a la oriental, en la que se hallaba incluida Lanzarote con Gran Canaria y Fuerteventura, de Las Palmas, y al grupo occidental, de Santa Cruz de Tenerife, denominaciones  que no han sido cambiadas hasta la fecha oficialmente.

 

     Se construye el edificio del Cabildo Insular

     En 1929 se concluyen las obras de un edificio dedicado a Cabildo Insular, una suntuosa edificación para la época, alicatada exteriormente con brillantes azulejos de color.

     Lo que para entonces se consideró un edificio de tamaño excesivo para cumplir sus menesteres ha quedado hoy empequeñecido dado el aumento de población experimentado por la isla, y en consecuencia se ha construido un nuevo edificio destinado a cabildo en las afueras de la capital por su lado S de mucha mayor capacidad.

 

     Llega a Lanzarote Andres B. Zala

     En 1935 o año inmediatamente anterior llegó a Lanzarote el influyente empresario Andrés Blas Zala, de origen húngaro, introduciéndose en la industria conservera de la isla, que por entonces comenzó a adquirir un desarrollo espectacular, interviniendo en otros muchos negocios de importancia. En La Graciosa compraba los atunes capturados por sus pescadores, y en esta actividad comercial compartió tareas con mi suegro Alberto Lasso Morales, con quien hizo muy buena amistad, como lo atestiguan las fotos que se hicieron juntos.

     Era un hombre muy sociable y apreciado por su carácter de trato asequible, pero lo que le dio un halo de misterio fue su relación íntima con el mismísimo Franco, a quien solía acompañar en sus salidas en el yate Azor a ejercitarse en actividades pesqueras, en las que era un consumado practicante.

     Estuvo intimamente relacionado con Lanzarote hasta su muerte en 1972.

 

     El aeropuerto de Lanzarote

     Mientras estaba siendo construido el aeropuerto, en un principio para uso militar, en diciembre de 1940, si bien disponiendo ya de las infraestructuras esenciales para cualquier clase de avión, tomó tierra en Lanzarote por primera vez en su historia un aparato, tipo Junkers JU-52, procedente de Gran Canaria el 24 de julio del año siguiente.

     El aerodromo tenía como emplazamiento, incluyendo la pista de aterrizaje, aún de suelo natural, un lugar situado en los llanos de Guacimeta, a unos 5 Km a poniente de Arrecife, instalaciones que con las diversas ampliaciones y cambios introducidos en años sucesivos habría de convertirse en el aeropuerto civil de la isla.

     Fue el 12 de junio de 1946 cuando el aeropuerto se abrió al tráfico civil con el aterrizaje de un avión de la compañía Iberia procedente de Tenerife y Gran Canaria. Aunque el movimiento al principio fuera apenas testimonial, constituyó no obstante uno de los hitos más señalados del devenir histórico de nuestra isla, pues a la larga habría de cimentar el progreso económico de la isla con la progresiva riada de turistas que a través de él nos han visitado. Poco a poco se ha ido ampliando y mejorando en toda su estructura, llegando a mover en la actualidad un tránsito de pasajeros de varios millones al año, sobrepasando los dos millones sólo en turistas llegados en vuelos chárter provenientes de diferentes países del mundo.

 

    Construcción del cuartel militar

     Tras la cesión en 1945 por parte del Cabildo de la isla y el Ayuntamiento de Arrecife de los solares correspondientes situados junto a la carretera que conduce a San Bartolomé, en las afueras de Arrecife, se dio comienzo a las obras del edificio de acuartelamiento del batallón de Lanzarote, edificio que fue ampliándose y mejorándose paulatinamente para irlo adaptando a las necesidades que el desarrollo militar en la isla fue requiriendo con el paso del tiempo.

 

     Visita la isla el jefe del Estado. El Hospital Insular

     El 28 de octubre de 1950 llegó a Lanzarote en fugaz visita el Jefe del Estado Francisco Franco Bahamonde. Su llegada, previamente anunciada por supuesto, causó una gran conmoción entre los lanzaroteños. Entre los actos programados estaba la visita a las instalaciones militares de la isla.

     Coincidiendo con la visita del Jefe del Estado se inaugura en Arrecife el Hospital Insular, centro sanitario dotado de los medios necesarios en estos casos para velar por la salud pública.

 

     Se construye el Parador Nacional de turismo

     En 1951 se construyó el Parador Nacional de turismo, el primer establecimiento dedicado oficialmente a esta actividad viajera. Su construcción constituyó un acontecimiento relevante dentro del desarrollo alojativo de la isla dado el número de turistas que entonces comenzaban a visitarnos en constante aumento.

 

     Llega a Arrecife el agua extraída de Famara

     En 1953 llega a Arrecife, mediante las correspondientes canalizaciones, el agua extraída del norteño macizo de Famara, cuyas perforaciones se habían comenzado unos años antes. Fue un avance novedoso en la disposición del preciado líquido, pero que se demostró insuficiente al poco tiempo para atender el consumo de la creciente población de la ciudad, además de que el agua no era de muy buena calidad. No obstante su disponibilidad supuso un progreso cuantitativo en el desarrollo de la ciudad por permitir la instalación de determinadas empresas industriales, como fábricas de conserva de pescado, de hielo y harinera.

 

     Apertura al tráfico marítimo del Puerto de los Mármoles  

     En el año 1958 se comenzó a construir el puerto de Los Mármoles bajo la dirección técnica del ingeniero lanzaroteño Ruperto González Negrín, siendo inaugurado dos años después en sus primeros servicios. Este puerto, en conjunción con el aeropuerto y luego de las correspondientes ampliaciones a que han sido sometidos, se han convertido en los canalizadores de la afluencia turística que de forma cada vez más arrolladora ha inundado nuestra isla transformándola radicalmente en su fisonomía y modo de vida, reportando a su población notable riqueza y bienestar material, si bien al triste precio de una notoria degradación del medio ambiente natural y acusada merma de sus valores tradicionales. Prueba de ello es el hecho de la gran cantidad de transatlánticos arribados al mismo que lo han situado en ocasiones como el segundo más visitado del archipiélago por estas grandes motonaves, entre las que se cuentan las de mayor calado y tonelaje del mundo.

     En primer lugar se construyó el muelle largo exterior del puerto, que ha sufrido luego varias ampliaciones hasta alcanzar una longitud de casi 1000 m, y en segundo lugar el muelle de contenedores donde se desarrolla la actividad comercial.

 

     El caso de bebidas con alcohol metílico

     En 1963 se dio en el término norteño de Haría el nefasto caso, de gran repercusión en la isla, del envenenamiento producido por bebidas confeccionadas con alcohol metílico. Dicho producto había sido traído de la provincia gallega de Orense a través de un empresario que había adquirido el nocivo líquido en Madrid. De Orense fue distribuido a diferentes provincias españolas y países africanos relacionados con España. A causa de su consumo murieron en total más de cincuenta personas y fueron gravemente dañadas con cegueras y otros males varias más.

     En Lanzarote hubo cuatro víctimas mortales y dos afectados de grave ceguera.

     En este lamentable suceso hay que ensalzar la intervención de la farmacéutica residenciada en Haría María Elisa Álvarez Obaya, quien sospechando algo anormal al ver lo que estaba ocuriendo se dedicó a analizar las bebidas en cuestión, advirtiendo enseguida el origen del mal en su consumo.

 

     Habilitación de La Cueva de los Verdes para el turismo

     En 1964 se finalizaron las obras de acondicionamiento de La cueva de los Verdes para ser visitada por el público. Su iluminación eléctrica, preparación de la senda a seguir y demás elementos que contribuyen a la realización perfecta de su recorrido fueron obra de Jesús Soto.

     Las cambiantes formas y coloridos, de continuadas sorpresas, son la admiración de cuantos visitan este antro fantástico de inverosímiles formas y colorido.

 

     Instalación de una planta desaladora de agua del mar.

     De los adelantos técnicos con que el presente siglo nos ha regalado en Lanzarote destaca por sobre todos la instalación de la planta potabilizadora de agua del mar en 1965 por los hermanos Díaz Rijo, sistema de captación hidrológico que ha supuesto una auténtica revolución en el secular problema que el suministro de tan preciado líquido ha constituido para Lanzarote. Sus instalaciones se han ido adecuando progresivamente a la creciente demanda experimentada por las necesidades del consumo humano hasta alcanzar en la actualidad miles de metros cúbicos al día.

     Hay que consignar sobre esta planta potabilizadora que su producción es dual, pues al mismo tiempo que dessala el agua del mar, con el mismo combustible que consumía para su funcionamiento se obtiene energía electrica.

 

     Acondicionamiento de los Jameos del Agua para el turismo

     En 1966 se terminaron de acondicionar para el turismo los Jameos del Agua, obra de César Manrique compartida con Jesús Soto. Conforman este complejo geológico las siguientes partes: El Jameo Chico, a través del cual se lleva a cabo la entrada; la laguna de límpidas y cristalinas aguas del mar, cubierta por la cúpula con agujero central por el que penetra el cenital haz de azulina luz amortiguada; el Jameo Grande en que se encuentra la piscina artificial; el Auditorio o sala preparada para espectáculos artísticos, y finalmente el Jameo Redondo, cubierto con una cúpula de cristal.

 

     Inauguración del hotel Los Fariones

     En octubre de este mismo año 1966 se abrió al público el primer hotel moderno de gran capacidad alojativa de Lanzarote, ubicado en la Tiñosa, zona SE de la isla. En ese entonces, todo el tramo litoral conocido posteriormente como Puerto del Carmen, en la actualidad densamente urbanizado, estaba totalmente virgen de edificios de cualquier uso a excepción de una casa de veraneo propiedad de la familia Fernández Fuentes, muy conocida en la isla, y por supuesto la carretera que la recorría era aún de tierra.

     A este hotel han seguido muchos otros, algunos de gran categoría y lujo, tanto en Arrecife como en el resto de la isla. Tal es el caso del Hotel Salinas en Costa Teguise, de cinco estrellas, el Arrecife Gran Hotel en la capital y muchos otros. La cantidad de edificios alojativos de este género, así como de apartamentos y pensiones, etc., es innumerable, y ha ido in crescendo ha medida que el turismo ha aumentado su aporte humano.

 

     Apertura del aeropuerto al tráfico civil

     En un principio el aeropuerto atendía solamente actividades militares. El primer avión en tomar tierra en Lanzarote lo hizo el 24 de julio de 1941 aún sin finalizar la construcción del aeropuerto. Pero fue en 1970, el 3 de marzo concretamente, cuando fue abierto al tráfico civil. Esto, aunque el movimiento al principio fuera apenas testimonial, constituyó no obstante uno de los hitos más señalados del devenir histórico de nuestra isla, pues a la larga habría de cimentar el progreso económico de la isla con la progresiva riada de turistas que a través de él nos han visitado.

     Se encuentra ubicado el aerodromo a unos 5 Km a poniente de Arrecife en las llanadas conocidas desde tiempos aborígenes con el nombre de Guasimeta, grafía que ha sido suplantada por la de Guacimeta, con /c/ en lugar de /s/, incorrecta según los berberólogos más acreditados en el estudio de las lenguas aborígenes canarias.

     Poco a poco se ha ido ampliando y mejorando en toda su estructura, llegando a mover en la actualidad un tránsito de pasajeros de varios millones al año, sobrepasando los dos millones sólo en turistas llegados en vuelos chárter provenientes de todas partes del mundo.

 

     Obras de acondicionamiento para museo arqueológico realizadas en el castillo de San Gabriel

     En 1972 se inaugura este castillo como museo arqueológico previa compra del edificio al Ejército por el Ayuntamiento de Arrecife.

     Un año después se realizan en el mismo varias modificaciones con vistas a ampliar su capacidad, tales como el vaciado del relleno de escombros que se le había puesto entre las paredes exteriores primitivas y el muro corrido que se le hizo en 1742 por fuera de aquéllas. Como consecuencia de ello hubo que enlosarle la azotea, acondicionándosele además la explanada exterior delantera.

     Últimamente, hace apenas un par de años, fue sometido el edificio a determinadas reformas de nuevo, cometiéndose, al igual que había ocurrido con el castillo de Guanapay en 1981, errores estéticos garrafales, al menos en lo que a las terrazas que lo circundan se refiere, ya que han sido cubiertas con baldosas modernas de superficie lustrosa que nada tienen que ver con las toscas baldosas propias de las pasadas épocas de funcionalidad militar del castillo, siendo además dotadas de pasamanos de acero inoxidable, material asimismo desconocido en aquellos pretéritos tiempos, sin que nadie, ni ninguna entidad oficial haya opuesto el menor reparo.

 

     El Mirador del Río

     Balcón de célicas vastedades, donde el espíritu se embriaga de etéreos panoramas y los islotes de La Graciosa, Montaña Clara y Alegranza, adelantados del archipiélago canario, alzan su relieve como gemas engastadas en el intenso azul del océano.

     Es uno de los proyectos ideados por César Mánrique mejor logrados. Su ejecución se finalizó en el año 1973.

     La parte técnica corrió a cargo del arquitecto Eduardo Cáceres secundado por Jesús Soto.

 

     Habilitación del castillo de San José como museo de arte contemporáneo

     Esta obra fue llevada a cabo en el año 1975 bajo la dirección de nuestro artista internacional César Manrique. El edificio no sufrió modificación alguna, salvo el agregado del restaurante que se hizo por la parte que mira al mar, dotado de unos grandes ventanales que permitían contemplar la espléndida vista de los puertos de Los Mármoles y de Naos. Sus diferentes naves y compartimentos fueron destinados a exhibición de las obras de arte, tanto pictóricas como estatuarias, aportadas por sus respectivos autores, todos ellos ocupando destacados lugares en el mundo del arte moderno.

 

     El Jardín de Cactus

     En 1990 se realiza la obra turística conocida como el Jardín de Cactus, proyecto surgido también de la prodigiosa mente de César Manrique. Para ello aprovechó una hondonada producto de la extracción de ‘rofe’ (arena gruesa volcánica) para la cobertura de campos de cultivo de tuneras dedicadas a la cría de cochinilla en las proximidades, años antes.

 

     Lanzarote es declarada por la UNESCO Reserva de la Biosfera

     El 7 de octubre de 1993 tuvo el honor nuestra isla de ser declarada por la UNESCO reserva de la biosfera, una distinción que la dignifica mundialmente basada en el tratamiento ecológico que hasta entonces había recibido de sus moradores.

 

     Siglo XX (generalidades)

     Música y bailes. Sin perder vigor los cantos típicos populares de siempre (folías, isas, malagueñas, etc.), toma especial fuerza en la isla entre las clases populares la música sudamericana, especialmente la de Méjico y otros países de aquel continente, aparte de irse introduciendo en la juventud los nuevos aires de corte moderno.

 

     Medios de comunicación. En 1907 había ya un servicio de vapores de poco tonelaje que realizaban viajes semanales establecido desde unos años antes.

 

     Hijos de la isla destacados

 

     Brito Martín, Juan. (1919). Alfarero, folclorista y gran conocedor de las costumbres populares de la isla, de las que supo hacer representaciones festivas en las fechas correspondientes. En 1971 fue nombrado Guarda del Patrimonio Nacional Histórico-Artístico de Lanzarote por el Ministerio de Educación y Ciencia; en 2003 le fue concedida la medalla de oro del Gobierno de Canarias, y en 2013 fue nombrado Hijo Adoptivo de Lanzarote.

 

     De la Hoz Betancort, Agustín. Arrecife. (1926-1988). Escritor e investigador de la historia local. Escribió los siguientes libros: El alba detenida, Lanzarote, La Cólquida, Cueva de los Verdes y Arrecife de ver pasar, a lo que hay que añadir multitud de escritos periodísticos y conferencias impartidas en sociedades culturales.

 

     Fernández Gopar, Víctor (888). Poeta de extraccion popular conocido con el sobrenombre de ‘El Salinero’ por haber trabajado mucho tiempo en las salinas de Janubio. Causan admiración sus poesías sociales, de fondo filosófico, muy bien concebidas pese al bajo nivel cultural de su autor.

 

     Linares, Luisa. Cantante popular nacida en Arrecife que ocupó un lugar privilegiado en el favor del público por las décadas de los cincuenta y los sesenta del siglo pasado paseando sus melodiosas canciones con su clara y potente voz por España y América.

 

     Manrique Cabrera, César. Arrecife. (1919-1992). Pintor de reconocido prestigio internacional. Su faceta artística ha brillado sin embargo y en especial en la construcción de centros turísticos en que ha sabido como nadie conjugar el arte con la naturaleza, como han sido sus obras en Lanzarote de acondicionamiento de  Los Jameos del Agua y sus creaciones del Mirador del Río, el Jardín de Cactus y su Casa del Taro en Tahíche, luego habilitada como Fundación suya. Estas construcciones han potenciado en alto grado el atractivo turístico de la isla, siendo visitadas por miles de personas al año.

     Aparte de lo realizado en Lanzarote también ha creado otros lugares de alto valor artístico en algunas de las otras islas y en Madrid.

 

     Perdomo Spínola, Leandro. (Arrecife, 1921-1993). Escritor y periodista. Entre sus obras se cuentan Diez cuentos, El Puerto de la Luz, Nosotros los emigrantes, Desde mi cráter, y Crónicas isleñas. Además ha colaborado asiduamente en diferentes periódicos de las islas.

 

     Topham Díaz, Guillermo. Arrecife (1916-2000). Fue el peridista del siglo pasado más conocido, activo y meritorio de Lanzarote hasta el punto de serle concedida por el gobierno de Canarias la correspondiente medalla de oro. Fundó y dirigió el semanario ‘Antena’ y fue corresponsal de prensa en Lanzarote y colaborador de algunos diarios de Las Palmas.

 

     Umpiérrez viñas, José (888). Poeta lírico y romántico de sustrato popular. Era albañil de profesión, pero pese a su escaso caudal de estudios sus poesías presuponen un mérito de concepción y desarrollo de ideas sobre el amor y la naturaleza dignas de objetivo reconocimiento.

 

     Restauración de la democracia. Comunidades autónomas, símbolos insulares e himno

     Con el advenimiento de la democracia tras la muerte del dictador en 1975 y el acceso al trono del rey don Juan Carlos la nación fue dividida en territorios llamados comunidades. A cada una de las islas de la Comunidad Autónoma de Canarias se le asignó como símbolos de su naturaleza una planta y un animal. Los símbolos de nuestra isla fueron la Tabaiba dulce (Euphorbia balsamifera), muy representativa y típica de su flora, efectivamente, y el albo cangrejito jameíno conocido cientificamente por Munidopsis polymorpha, propio en especial de Los Jameos del Agua, un endemismo exclusivo de Lanzarote, próximo pariente del Galatea squamifera, del que en mi opinión debe descender (Vid. Pallarés Padilla, Agustín: ‘El famoso cangrejito jameíno’, LANCELOT (11-XI-2005).

     Comentario especial requiere el desaguisado cometido con la adopción del himno oficial de Canarias años después postergando al vibrante y bellísimo pasodoble Islas Canarias en favor del somnífero Arrorró, pasodoble que en realidad ha sido el himno virtual de nuestras islas desde el momento mismo en que sus notas se dejaron oír por primera vez en el año 1935 de su creación y que más ha paseado el nombre de Canarias por el mundo. No se concibe cómo puede darse una falta de sensibilidad musical tal como para desechar tan grandiosa composición musical, profundamente arraigada además en el corazón de los canarios, en favor de una música tan anodina y desangelada, al menos para estos fines, como el Arrorró. El maestro Tarrida, máxime teniendo en cuenta que era catalán y pudo haberle dado otro destino a su composición, se ha hecho acreedor al agradecimiento de todos los canarios de buena fe y merece todos los respetos y parabienes por su inspiración y su toma de conciencia al haber elegido como lugar de representación de su magnífico pasodoble a nuestras islas. Sólo por eso se hace acreedor no sólo al agradecimiento incondicional de todos los hijos de esta tierra, sino a que se le erija una estatua en el lugar más prominente de cada una de nuestras islas.

 

 

                                                        BIBLIOGRAFÍA

 

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